Queda poco más de un mes para que hordas de fashionistas se agolpen a las puertas de
H&M esperando cazar una prenda de
Isabel Marant a precio “low cost”. 14 de noviembre de 2013, un día señalado en rojo en el calendario en el que hacer cola desde las 4 de la mañana habrá merecido la pena con tal de conseguir algo de la famosa diseñadora.
Ni que decir que yo no voy a ser uno de esos sufridos madrugadores, me pasaré cuando salga de trabajar a olisquear un poco, pero sinceramente dudo que compre algo porque sí, aunque la cadena sueca es “low cost” estoy convencida de que la colección estará lejos de serlo.
Sinceramente durante los últimos meses hemos podido ver más que logrados “homenajes” a la firma francesa en tiendas como
Berska,
Stradivarius,
Pull&Bear o
Mango que hacen que conseguir una prenda “low cost” de Isabel Marant no sea tan emocionante. “Homenajes” de estilo tribal-étnico, el elegido para la colección de
H&M, que en muchos casos son incluso más bonitos que los originales y evidentemente mucho más baratos, yo misma tengo unos cuantos de los que estoy absolutamente enamorada.
Por lo que han avanzado desde
H&M en esta colaboración el sistema de venta va a volver a ser el mismo de las veces anteriores, es decir, el de a grito de: “tonto el último”, con colas kilométricas y gente comprado tropecientas cosas para venderlas después en
e-Bay. Mal, mal, otro motivo más por el que cada vez siento menos interés por esta colección. Ojalá un sistema de venta como el que aplicaron cuando la colección de
Versace, con turnos para acceder a la tienda y número máximo de artículos por comprador, con una venta tranquila y organizada que garantizaba artículos para todos y evitaba el mercado negro de
e-Bay.
A favor de la colección de la diseñadora francesa diré que sus prendas son sencillas, dentro de lo que cabe, cómodas y ponibles, lo que supone varios puntos a su favor a la hora de agotar existencias, algo que no paso con colaboraciones anteriores que apostaron por propuestas demasiado estrambóticas para el público de a pie, como por ejemplo la de
Maison Martin Margiela.
Y en contra que las prendas de la colección, según dice la etiqueta, las firma
Isabel Marant pero perfectamente podrían pertenecer a la nueva colección de nuestro querido
Zara y eso es bueno pero también malo. Bueno porque significa que es una colección comercial que se venderá bien y malo porque no tienen nada original ni distintivo que provoque que paguemos por ella unos cuantos duros más de los que pagaríamos por la de
Zara. Y para muestra un botón, aquí os dejo un avance de la colección para que juzguéis por vosotras mismas.
