Hoy os quiero enseñar una de las manicuras que más ha llamado mi atención últimamente.
A prirori parece fácil de hacer, tan solo necesitamos tantos esmaltes como colores queramos que tenga el degradado, una esponja de maquillaje y brillo de acabado.
Aplicamos los esmaltes directamente en la esponja en el orden queremos que tenga el degradado y la frotamos sobre un papel para hacer más uniforme el degrado. |
Con la esponja "empapada en esmalte" pintamos las uñas como si de un sello se tratara y una vez seco aplicamos el brillo de acabado. |
Ya os he dicho que lo de fácil es a priori... porque si en las fotos se ve muy sencillo, pero en la vida real no lo tengo yo tan claro... supongo que la cosa tendrá parte de maña y parte de práctica... como todo. Así que los días de vacaciones que esté tranquilita en la playa sin más que hacer que tostarme vuelta y vuelta y leer libros (cosas que suelo hacer al mismo tiempo) intentaré el experimento a ver que sale porque el resultado de las fotos me gusta mucho, lo que no tengo tan claro es que me guste el mío...
Y vosotras ¿lo habéis intentado ya? ¿os vais a atrever hacerlo? La combinación de colores es infinita!
No hay comentarios:
Publicar un comentario